¿Qué es el design thinking?
El design thinking, también conocido como el pensamiento de diseño es un tipo de enfoque que se utiliza para la resolución práctica y creativa de problemas. No solamente se basa en el campo del diseño, sino que puede ser utilizado para cualquier sector laboral.
Una de sus características más destacadas es que el design thinking se centra en entender las necesidades de las personas y encontrar soluciones eficaces para definirlas. Para ello, se debe definir los problemas y crear soluciones innovadoras que sirvan de prototipo.
¿Para qué sirve el design thinking?
Este enfoque de pensamiento puede ser muy útil no solamente en contextos laborales sino también en el sector educativo, personal o social, ya que permite fomentar pensamientos disruptivos, innovadores y creativos.
Como seres humanos muchas de las acciones que realizamos se basan en conocimientos y experiencias acumuladas, el pensamiento de diseño trata de formar patrones y hábitos que en determinadas situaciones nos permitan ofrecer soluciones alternativas gracias a la creación de nuevas ideas.
Otra de sus características es que al centrarse en la empatía, anima a las empresas y las organizaciones a tener en cuenta a las personas que utilizan sus productos y servicios, gracias a ello, es más probable que acierten a la hora de crear experiencias de usuario más significativas.
Fases del design thinking
El design thinking se compone de 5 fases: empatía, definición, ideas, prototipos y pruebas. No obstante, hay que tener en cuenta que estas etapas no se ejecutan de forma secuencial, sino que se pueden desarrollar en paralelo, incluso tenerlas que repetir de forma reiterada unas más que otras.
Empatizar: indagar hasta conocer a las personas
Durante la fase de empatía se debe estudiar al público objetivo para observar su comportamiento y conocer así quienes son tus usuarios finales, a qué retos se enfrentan y que necesidades tienen. Una vez sepamos cuáles son sus necesidades, podremos desarrollar el cómo las podemos satisfacer.
En esta fase podemos ayudarnos de algunas técnicas como por ejemplo: entrevistas en profundidad, observación (encubierta o no), focus group, etc.
Definición: definir las necesidades de los usuarios
Una vez conozcamos a nuestro target debemos pasar a definir sus necesidades. Para ello se pueden crear perfiles de personas diferentes basados en sus necesidades y, en torno a ellas, plantear las ideas que hagan girar nuestra estrategia.
En esta fase, tratamos de sintetizar toda la información recopilada y establecer los posibles problemas que se puedan plantear.
Idear: la etapa más creativa
A partir de las necesidades de los usuarios se plantean las “soluciones” o ideas para fijar aquellas que encajen mejor con una solución viable. Para esta fase, se recomienda animar a participar a todos los miembros del equipo y que trabajen juntos para aportar ideas (la técnica del brainstorming es especialmente útil).
Prototipos: empezamos a crear soluciones
A partir de las ideas seleccionadas, daremos forma a nuestro prototipo creando así la solución deseada. Posteriormente, debemos validarlo y analizar si realmente nuestra solución resuelve las necesidades iniciales del público objetivo.
Pruebas: realizamos pruebas para detectar errores
Una vez pongamos en práctica nuestros prototipos, debemos detectar aquellos errores que nos permitan ver si hemos hecho una mala interpretación del comportamiento del cliente o sus necesidades.
Por ello, debemos testear todas las posibles soluciones que se hayan planteado y modificarlas si es necesario para asegurarnos que todo funcione.
¿Cómo desarrollar el design thinking?
Te recomendamos empezar poco a poco, escoger un proyecto que no suponga un gran riesgo para ir aprendiendo y poder ir escalando posteriormente a proyectos más grandes.
Es difícil cambiar las formas de trabajo de cualquier empresa, no obstante, para garantizar el éxito del design thinking el equipo debe interiorizar el valor de pensar diferente. Si nuestros equipos aprenden a trabajar con estas herramientas se puede optimizar la resolución de problemas de forma creativa.
Experimentar y encontrar los beneficios ocultos de cada situación te permitirá obtener escalabilidad en todos los ámbitos de tu empresa.